¿A qué temperatura se alcanza la felicidad plena?
El otoño se acerca a pasos agigantados y la vuelta a la rutina más que un aviso es ya una realidad. Para que estas circunstancias sean más llevaderas desde Manteni2, empresa de aire acondicionado, te contamos a qué temperatura debes estar estos días para ser un poco más feliz.
El equilibrio térmico es uno de los factores más importantes a la hora de sentirse bien. Y es que es imposible ser feliz una tarde de pleno agosto en Sevilla en la calle. Lo que sí es una realidad es que la temperatura idónea varía según la persona, por lo que no existen unos grados concretos para representar la sensación térmica ideal.
Además, la sensación de equilibrio térmico no sólo varía de la temperatura, sino que también hay que tener en cuenta factores como la humedad, el viento y la radiación solar. La conjugación de todos estos factores crea la sensación térmica que no tiene por qué coincidir con los grados que hay en nuestro entorno. La humedad suele ser la gran culpable de las temperaturas extremas, ya que una alta proporción de humedad aumenta tanto la sensación de calor como la de frío.
Por otro lado, la humedad es uno de los factores que más pueden afectar a nuestra felicidad, por encima de los grados centígrados. La humedad si se encuentra por debajo del 20% nos puede ocasionar problemas de salud en las vías respiratorias, y cuando se encuentra en el 80% también es nociva para nuestro bienestar, ya que propicia la aparición de hongos y bacterias.
Pero ¿qué temperatura es la mejor para mí?
A pesar de todos estos factores que hacen impreciso cualquier estimación sobre el equilibrio término, sí podemos afirmar que se puede encontrar una cierta armonía. Según los climatólogos, el confort térmico se encuentra entre los 21 y los 26 grados. En ese abanico térmico nuestro cuerpo se encuentra en armonía con su entorno y nos sentimos bien, reconfortados y felices. También es importante que la humedad oscile entre el 30% y el 60% de humedad para que no estropee ese momento de cohesión con el entorno.
Esto supone que un día nublado, con 28 grados, humedad baja y viento moderado pueda ser tan agradable para nosotros, térmicamente hablando, que un día de sol con 20 grados centígrados, humedad alta y viento en calma. Parece un rompecabezas pero, en realidad, el tiempo que nos haga en el exterior poco podemos cambiar. Lo que sí podemos variar es la temperatura de nuestro hogar para hacer de él un oasis de felicidad.
En casa sólo tenemos que tener presentes dos factores: la humedad y la temperatura. Si es necesario, debemos utilizar el aire acondicionado o la calefacción para encontrar el punto término de confort entre los 21 y los 26 grados, dependiendo de en la época del año en la que nos encontremos. En verano siempre nos encontraremos más a gusto entre los 24 y 26 grados, mientras que en invierno la temperatura ideal se encuentra entre los 21 y los 23.
Para cualquier consulta sobre la programación de la temperatura ideal del hogar, desde nuestra empresa de aire acondicionado te invitamos a que consultes cualquier duda con nosotros.