Aire Acondicionado vs ventilador ¿cuál es mejor?

Como empresa de mantenimiento especializada en calefacción y aire acondicionado en Sevilla hoy comentamos las ventajas y desventajas del aire acondicionado y del ventilador.

Uno de los debates perpetuos del verano es el protagonizado por los simpatizantes del aire acondicionado y los fans incondicionales del ventilador. Incluso en una ciudad tan calurosa como Sevilla, existen defensores acérrimos a las aspas pero ¿de verdad enfría un ventilador?

Mientras que el aire acondicionado desciende los grados de una habitación sacando el aire caliente que pueda haber, el ventilador sólo mueve el aire del propio habitáculo por la estancia y la temperatura no cambia. Aunque el movimiento de las aspas aporta cierta sensación de frescor, bien es cierto que un día de calima sin viento este aparato carece de sentido.

En verano, la temperatura idónea se encuentra entre los 24 y los 26 grados, el aire acondicionado puede mantener una habitación en esa temperatura de manera uniforme. Los detractores de estos equipos de refrigeración le acusan de enfriar la temperatura corporal y afectar negativamente a la salud, lo cierto es que un mal uso de este tipo de dispositivos puede provocar efectos contraproducentes. La solución a esto es simple, hacer un buen uso de este tipo de dispositivos evitando los cambios bruscos de temperatura.

Para que un ventilador refresque es necesario mantenerse dentro de su radio de acción, descartado cualquier posibilidad de refrescar un hogar al completo, mientras que, en un aire acondicionado, lo ideal es mantenerse alejado del flujo principal del aire para evitar estar expuestos a bajas temperaturas.

Además, el efecto refrescante del ventilador consiste en aplicar una corriente de aire sobre una superficie húmeda, por lo que en un entorno seco no tendría efecto alguno. El aire acondicionado, por su parte, deshumidifica el ambiente por lo que hay personas que optan por utilizar algún tipo de humidificador para que el ambiente no se reseque en exceso. Existen equipos que integran ya su propio dispositivo de humidificación para evitar esto.

Otro de los argumentos a la hora de dar prioridad al ventilador es el consumo eléctrico. Sin embargo, los equipos de aire acondicionado tienen diferentes tipos de calificaciones (A++, A++ y A+) que son los que favorecen la eficiencia energética, lo que se traduce en un ahorro sustancial en la factura de la luz. Mientras que el uso continuo del ventilador supone un consumo eléctrico importante al no incluir ninguna tecnología destinada al ahorro eléctrico.

En la capital hispalense hay noches veraniegas en las que es necesario contar con algún tipo de refrigeración. Para dormir, lo ideal es el aire acondicionado ya que se puede programar para que se apague a cierta hora de la noche o bien puede subir un par de grados sobre nuestra temperatura de confort para que, mientras dormimos, mantenernos frescos aunque descienda nuestra temperatura corporal. Con el ventilador, el aire es una ráfaga homogénea que no puede variar aunque cambie descienda la temperatura corporal.